¿Nos hemos preguntado alguna vez quién decide qué debe estudiar nuestro hijo en el curso de matemática y por qué debe estudiar eso y no otros temas, o dejar de estudiar algunos? Esta pregunta hoy en día es necesaria y urgente, dado que las escuelas en el Perú y el mundo se han ido llenando de reformismos que han ido variando los programas y sus contenidos sin referentes mayores a lo que las nuevas corrientes psicológicas en la mayoría de los casos, o modismos en otros dictan. El resultado de esto, un rumbo perdido de la escuela en razón de sus contenidos y métodos, y una mala calidad, que nos debe preocupar a los clientes de la educación: los padres de familia.
La situación se agrava aún más, cuando vemos que el programa de matemática en el Perú, para un niño de primer grado dice que debe trabajar con números naturales hasta el 100, cuando en Finlandia o Alemania, lo hace hasta el 9. Nos quedamos perplejos cuando en las pruebas internacionales, los alumnos de Finlandia obtienen los primeros puestos a nivel mundial y los del Perú, colean la lista de países. Lo mismo ocurre con la comprensión lectora y la velocidad lectora. Surge entonces la gran pregunta: quién debe decidir qué contenidos estudiarán nuestros hijos y para qué. Esos contenidos acompañados de una metodología, qué dará como resultado en la formación integral que reciben nuestros hijos. Los clientes deben saber qué y para qué. Qué conseguirán nuestros hijos con esos contenidos. Las respuestas a los padres que en su gran mayoría son ingenieros, abogados, empresarios, administradores, y no conocen los detalles y términos de la pedagogía, es necesario que estén dentro de un lenguaje sencillo, acequible y claro.
Ensayando unas respuestas podemos decir en primer lugar quiénes no son los que deben regular lo que deben aprender nuestros hijos. Por ejemplo, no son los exámenes de ingreso a las universidades los que deben establecer los contenidos. Y es un gran error que los colegios adapten sus programas a ello, porque preparan para el ingreso, no para sostenerse necesariamente en una vida universitaria de investigación. Tampoco las reformas que hoy dicen que el aprendizaje es en base a nuevas ideas, o que hay varias inteligencias y que eso debe generar metodologías centradas más en las habilidades que en los contenidos. Mañana cambiarán las ideas, y seguirán cambiando los contenidos. Tampoco un Ministerio de Educación que hasta ahora no ha emprendido una sola reforma que garantice buenos resultados, ya que éstas cambian con los nuevos gobiernos. Tampoco puede ser algún docente aislado que se le ocurre probar con un estilo. Se necesitan sistemas que garanticen continuidad.
¿Qué nos puede garantizar que lo que aprende mi hijo hoy, lo coloca en igualdad de oportunidades frente a un niño del mismo grado en la China, en Indonesia o en Finlandia? Lo que puede garantizar eso son los estándares internacionales. Es decir aquellas metas a la que debe llegar un niño de acuerdo a su edad en un deteterminado curso. Ya los tenemos en matemáticas, a través de la National Council of Teachers of Mathematics. (www.nctm.org). Este esfuerzo de trabajo sistematizado puede y debe desarrollarse en todas las grandes áreas de la educación; en Lengua, inglés, Ciencias, Artes, Historia y filosofía. Estos estándares y el volver a lo esencial de la educación, nos garantizarán que lo que estudian nuestros hijos los forma de por vida.
lunes, 22 de junio de 2009
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RAFAEL ME PARECE QUE VOS ESTAS BASTANTE ALEJADO DE LACULTURA.LO TUYO ES UN NEGOCIO Y EL ARTE NO TIENE FIN FIDUCIARIO.PASE POR TU TALLER Y ME ESPANTE DE LOS PRECIOS.VOS SOS PROFESIONAL? QUE ESTUDIASTE?.NO PODES COBRAR TANTO DINERO POR PONER EN RIESGO LA VIDA DE LOS NIÑOS.
ResponderEliminarPIURA ES UNA CIUDAD QUE ME ACOGE POR AHORA Y LAGENTE ES GENEROSA.REVISÀ UN POCOLOS CONCEPTOS DE ARTE Y REVISÀ LO QUE VOS OFRECÈS .